En los últimos años, una nueva concepción de la gestión del agua se está abriendo paso en la política europea. Fiel reflejo de ello es la aprobación, en diciembre de 2000, de la Directiva 2000/60/CEEste enlace se abrirá en una ventana nueva, conocida como Directiva Marco del Agua (DMA).

La Directiva Marco del Agua tiene entre sus principales objetivos la protección y mejora de las masas de agua superficiales y subterráneas y de sus ecosistemas asociados, la reducción progresiva de la contaminación, el garantizar el suministro suficiente de agua superficial o subterránea en buen estado y el paliar los efectos de sequías e inundaciones.

La principal novedad que supone la aprobación de la DMA es la introducción del concepto de estado ecológico de las masas de agua superficiales , definido como una expresión de la calidad derivada del la estructura y el funcionamiento del sistema acuático. Los distintos estados miembros deberán tomar medidas para alcanzar el buen estado ecológico de las aguas superficiales y de transición y el buen estado de las aguas subterráneas.

Otras novedades que supone la aprobación de la DMA:

  • Incluye todas las aguas: las continentales, tanto superficiales como subterráneas, las de transición y costeras, así como sus ecosistemas asociados
  • Exige nuevos Planes Hidrológicos de Cuenca que deberán contener los objetivos a alcanzar, así como un programa de medidas correctoras para aquellas masas de agua en riesgo de no alcanzar los objetivos medioambientales.
  • Aparece de forma novedosa el principio de recuperación de usos del agua, que incluyen los costes ambientales asociados al daño o impacto negativo causados en el sistema acuático de acuerdo con el principio de quien contamina paga.
  • Persigue como objetivo último alcanzar el buen estado de las masas de agua en el año 2015.