Aeropuerto de Logroño-Agoncillo (RJL)

Con la firma, en 1998, de un convenio entre el Ministerio de Fomento, AENA y el Gobierno de la Rioja, se decidió la construcción de un aeropuerto en la zona cercana a la base militar de Agoncillo. En 1999, AENA aceptó la cesión de los terrenos de la base militar y en 2001 se definieron las características técnicas del aeropuerto que culminaron con la aprobación, el 5 de julio de ese año (BOE 13/07/2001) del Plan Director del Aeropuerto de Logroño-Agoncillo, documento que determina las directrices de ordenación y desarrollo del aeropuerto hasta alcanzar su máxima expansión previsible.

Al amparo del Plan de Infraestructuras 2000-2007, el 12 de mayo de 2003 se puso en servicio el aeropuerto de Logroño-Agoncillo, inaugurándose los vuelos comerciales regulares que mantienen su operatividad hasta el dia de hoy.

La pista de vuelos, denominada 11-29, es la principal infraestructura del aeropuerto. Tiene una longitud de 2.000 metros, mide 45 de ancho y tiene márgenes de 7,5 metros a cada lado, lo que la capacita para vuelos con todos los destinos de la península Ibérica, las Islas Canarias y Europa.

El edificio terminal de pasajeros cuanta con una superficie de 4.000 metros cuadrados repartidos entre dos plantas y con una estructura de hormigón armado con partes de estructura metálica. Diseñado en planta rectangular, su principal característica es su amplio vestíbulo, desde cuya cubierta emergen cinco cilindros que actúan como lucernarios.

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