En las primeras décadas del siglo XX un buen número de riojanos se establecieron en Argentina y Chile, así como en otros países latinoamericanos y europeos. Con posterioridad, en los años 60, el principal flujo migratorio de riojanos sucedió dentro del territorio nacional, hacia ciudades como Madrid, Cataluña o comunidades limítrofes.

Con los años, esta Comunidad Riojana residente en el Exterior ha crecido. Riojanos de nacimiento, descendientes o personas vinculadas especialmente con La Rioja por su historia, su cultura y sus valores, desean mantener vivo el sentimiento de pertenencia a la misma, así como la firme voluntad de no romper los vínculos con su tierra de origen y perpetuar sus señas de identidad, transmitiéndolo de generación en generación.

La Comunidad Autónoma de La Rioja promueve la colaboración con las colectividades de riojanos asentadas fuera de su territorio con arreglo a lo dispuesto en el vigente Estatuto de Autonomía de La Rioja y a la normativa vigente.