Grúa de la construcción

Debido a la disponibilidad de áridos naturales y a la facilidad y bajo coste del vertido de escombros, el reciclado de este tipo de residuos ha sido históricamente bajo en La Rioja. A pesar de ello, esta situación está cambiando poco a poco gracias a las políticas de gestión de residuos y también a las iniciativas privadas, que están promoviendo el reciclaje de escombros por motivos ecológicos y económicos, ya que, correctamente explotado, resulta rentable como fuente de áridos para la construcción y como recuperación de otros materiales. Tras el tratamiento de los RCD en las plantas de valorización se obtiene un aprovechamiento medio de áridos reciclados que supera el 50%; es decir, de cada 2 toneladas de RCD se obtiene, al menos, una de áridos recuperados.

Las plantas de tratamiento y valorización de residuos de construcción y demolición se construyen en dos versiones básicas:

  • Las que operan con residuos seleccionados con un bajo porcentaje de impropios.
  • Y las que poseen capacidad de triaje mecánico y manual para tratar residuos con más de un 5% de residuos impropios.

Los tipos de escombros tratables por las primeras son los de material cerámico, asfálticos, hormigón en masa, armado y prefabricado, mezclas de tierras y piedras naturales.

En cambio, las segundas tienen capacidad para seleccionar los residuos inertes de los residuos mezclados. Obviamente, los residuos no áridos obtenidos tras el triaje se separan en contenedores específicos y se destinan a otros gestores para su valorización, siempre que esta sea técnica y económicamente viable.

El principio de obtención de áridos reciclados de ambas es el mismo. Se trata de combinar procesos de machaqueo del escombro recibido, previamente triado, de los residuos no áridos que poseen, con cribados, por tamaño. Todo ello según sea el material recibido y el producto que desea obtenerse.

Los productos obtenidos se pueden emplear en distintos usos según características. La mejor calidad se obtiene mediante triturado y clasificado y la peor, únicamente con cribado. Los usos más habituales son como material estabilizador de explanadas, drenajes, subbases de carreteras, aporte en mantenimiento de pistas y caminos, consolidación de terrenos, rellenos varios, etc. Se están realizado multitud de ensayos para determinar las propiedades exactas de cada tipo de producto con el objetivo de ampliar su campo de uso y la aplicación más ambiciosa es su empleo como árido en hormigón.

Para finalizar, en cuanto a la legislación aplicable, mediante Real Decreto 105/2008Este enlace se abrirá en una ventana nueva, de 1 febrero, se reguló la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición, que se publicó en el BOE de 13 febrero 2008, núm. 38, [pág. 7724] y, tiene por objeto establecer el régimen jurídico de la producción y gestión de los residuos de construcción y demolición, con el fin de fomentar, por este orden, su prevención, reutilización, reciclado y otras formas de valorización, asegurando que los destinados a operaciones de eliminación reciban un tratamiento adecuado, y contribuir a un desarrollo sostenible de la actividad de construcción.