El ámbito de actuación de los bomberos es diverso y contempla gran número de actuaciones donde surgen amenazas que pueden afectar fácilmente a su seguridad e integridad. Esta situación se ha visto en permanente crecimiento como consecuencia del desarrollo y evolución de la sociedad a través de mejoras tecnológicas que facilitan la vida de las personas, pero muchas veces tales avances vienen acompañados de nuevos riesgos tecnológicos, diferentes y específicos, y cuando estos se manifiestan surge el bombero con su equipamiento y medios para mitigarlos y si puede eliminarlos.

La relación completa de riesgos a los que un bombero se enfrenta es inacabable, surgen peligros a veces esperados y otros inesperados, provocando situaciones en las cuales no se podría sobrevivir sin protección. Los trabajos desarrollados por diferentes instituciones ha permitido establecer las exposiciones laborales que sufren los bomberos y el riesgo que suponen para su salud, a través del estudio de los accidentes de trabajo y del análisis sistemático de sus causas inmediatas, permitiendo estimar la relación de riesgos potencialmente peligrosos.

Entre estos los relacionados con las actividades más habituales de los servicios contra incendios y particularmente los relacionados con las operaciones contra incendios destacan los siguientes:

  • La exposición a sustancias peligrosas y riesgos biológicos.
  • Los factores ergonómicos y de carga física.
  • La exposición a quemaduras por efectos del calor, las llamas y el vapor.
  • La exposición a daños por golpes, proyecciones, caídas, cortes y ruidos.
  • La problemática cardiovascular derivados de sobreesfuerzos, tensiones y estrés térmicos.
  • La exposición a atmósferas peligrosas por humos, neblinas, vapores y polvos.

La protección del cuerpo

Para la protección frente a los distintos riesgos citados surgen los equipos de protección individual o EPI’s, que se combinan conforme al riesgo manifestado para alcanzar un nivel de protección adecuado y suficiente. Los niveles de protección se gradúan en relación con el incremento del riesgo a través de tres niveles: