Rotundamente no. El recién nacido nos necesita exactamente igual que nos necesitó su hermano o hermana al nacer. Claro que se entera, tiene las mismas necesidades que cualquier otro bebé, tenga o no tenga más hermanos o hermanas. Además el primer año de vida es muy importante para desarollar un apego seguro entre el bebé y sus progenitores. Aunque pueda resultar un poco agobiante, debemos tener paciencia y poco a poco nos daremos cuenta que podemos salir adelante con las exigencias del momento y no olvidar que es importante atender la necesiadades del bebé , tanto físicas como emocionales.