Que tus hijos se hagan mayores forma parte del proceso natural de la vida y lo normal es que cada vez quieran pasar más tiempo con sus amigos y con gente de su edad, con los que comparten gustos e intereses. Eso no quiere decir que los estés perdiendo, simplemente que la vida ahora los sitúa en otro lugar. Necesitan más independencia, están buscando su lugar y autonomía, ser aceptados por su grupo iguales para ellos ahora es de las cosas más importantes. Nosotros debemos acompañarles en este proceso, que sepan que estamos ahí esperándoles para escucharles cuando quieran hablar, sin presionarles ni interrogarles. Podemos buscar alguna cosa en común que nos una, como ir al cine, salir de compras… o por lo menos compartir el rato de las comidas, en el que podemos aprovechar para contarles qué tal nos va la vida y así quizá ellos también nos cuenten algo. Pero sobre todo paciencia, si hemos generado un buen vínculo desde pequeños, que se alejen en la adolescencia no significa que no piensen volver.