Compartir no es una habilidad innata, los niños y niñas pequeños suelen tener un enfoque centrado en sí mismos durante los primeros años de vida, así que es lo más normal y no debe preocuparnos. A partir de los 3 años, en ocasiones comienzan a mostrar signos de interés por compartir, especialmente si han sido expuestos a entornos sociales como la guardería o el parque, donde ven a otros niños y niñas interactuar; pero aún así , tendremos muchos momentos de resistencia, ya que están aprendiendo a gestionar sus emociones . Entre los 4 y 5 años, ya tienen una mejor comprensión de las normas sociales y es más probable que compartan juguetes, aunque seguirán los conflictos. Esta es la edad en la que comienzan a darse cuenta de que compartir puede mejorar las relaciones con sus amigos y amigas.

Como padres y madres , es esencial ser pacientes, modelar el comportamiento y guiarles con amor y comprensión para que aprendan a compartir de manera natural y siempre teniendo en cuenta que cada niño y niña tiene sus propios ritmos, incluso entre hermanos. Aunque compartir es algo que aprenderán con el tiempo, como padres y madres podemos ayudar poniendo en práctica algunos sencillos consejos como estos:

  1. Los más pequeños/as aprenden observando, por lo que si ven a sus padres y madres compartir de forma natural (por ejemplo, al repartir comida o juguetes con otros), es más probable que ellos también lo hagan.
  2. Siempre es una buena idea organizar actividades o juegos donde compartir sea necesario porque es una excelente forma de enseñar este valor. Juegos en equipo o turnarse para usar un juguete son buenas opciones.
  3. Cuando tu hijo o hija comparta de manera voluntaria, asegúrate de elogiarlo. Los refuerzos positivos siempre son de gran ayuda para que asocien el compartir con emociones positivas.
  4. Es importante no obligarles a compartir si no quieren. En lugar de eso, explícale cómo se siente la otra persona cuando comparte y resalta los beneficios de hacerlo.