Compartir no es una habilidad innata, los niños y niñas pequeños suelen tener un enfoque centrado en sí mismos durante los primeros años de vida, así que es lo más normal y no debe preocuparnos. A partir de los 3 años, en ocasiones comienzan a mostrar signos de interés por compartir, especialmente si han sido expuestos a entornos sociales como la guardería o el parque, donde ven a otros niños y niñas interactuar; pero aún así , tendremos muchos momentos de resistencia, ya que están aprendiendo a gestionar sus emociones . Entre los 4 y 5 años, ya tienen una mejor comprensión de las normas sociales y es más probable que compartan juguetes, aunque seguirán los conflictos. Esta es la edad en la que comienzan a darse cuenta de que compartir puede mejorar las relaciones con sus amigos y amigas.
Como padres y madres , es esencial ser pacientes, modelar el comportamiento y guiarles con amor y comprensión para que aprendan a compartir de manera natural y siempre teniendo en cuenta que cada niño y niña tiene sus propios ritmos, incluso entre hermanos. Aunque compartir es algo que aprenderán con el tiempo, como padres y madres podemos ayudar poniendo en práctica algunos sencillos consejos como estos: