La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha recomendado no exponer a los bebés a pantallas durante su primer año de vida y limitar el consumo de televisión, móviles y otros dispositivos electrónicos a los niños y niñas de entre dos y cuatro años a un máximo de una hora al día. Si se introduce el tiempo de pantalla, debe limitarse a contenido educativo y siempre con un cuidador o cuidadora presente
Es importante seguir limitando el tiempo de pantallas y fomentar actividades más interactivas y saludables.
Siempre debemos asegurarnos de que el contenido que ven nuestros hijos e hijas sea educativo y de alta calidad. Esto quiere decir que el tiempo de pantallas debe ser una actividad compartida con un adulto/a, no una forma de dejar solo a tu hijo/a. Y, sobre todo, evitar que tengan pantallas en su habitación y apagarlas durante las comidas, para que vean que hacemos un uso responsable de ellas.