La adolescencia es un momento evolutivo muy complicado tanto para los progenitores como para los propios asolesdentes. Están en continúo cambio, corporal y psicológico. Lo primero que debemos intentar como padres y madres es entender el momento por el que está pasando nuestro hijo o hija, saber que está lidiando con muchos miedos, cambios, situaciones nuevas... nosotros no les entendemos pero ellos y ellas tampoco se sienten entendidos. Por eso, es importante aportar calma en casa, no sumarnos al caos adolescente entrando en disputas que no van a traer nada bueno, intentar que se sientan escuchados, no juzgarlos, dar nuestra opinión cuando nos la piden, procuarar no dar órdenes si no sugerencias y sobre todo sacar tiempo para estar con ellos y ellas cuando nos demanden atención. Es un momento familiar complicado, debemos pararnos y pensar que todo pasa.