¿Sabes qué diferencia hay entre las pesadillas y los terrores nocturnos? Con mayor o menor frecuencia y en algún momento de su vida, todos los niños y niñas sufren pesadillas y terrores nocturnos. Son manifestaciones consideradas normales en las distintas fases de crecimiento y que, tarde o temprano, desaparecen.
Sin embargo, es importante distinguir entre pesadillas y terrores nocturnos, porque se deben a diferentes causas, se manifiestan en diferentes períodos de la noche y no deben afrontarse de la misma forma.
1.Qué son los terrores nocturnos
- Los terrores nocturnos son menos frecuentes que las pesadillas. Se definen como episodios de miedo muy intenso o llanto inconsolable que no están relacionados con un suceso determinado ni con el contenido de un sueño.
- Los terrores nocturnos afectan a los pequeños/as durante las primeras horas del sueño (fase no REM) o a primeras horas de la mañana y suelen durar de 5 a 15 minutos, aunque también pueden prolongarse durante una hora.
- El niño o la niña realmente está dormido/a, aunque puede abrir los ojos, murmurar, puede gritar, se agita y parece querer escapar de algo. Son frecuentes entre los niños y niñas de 1 a 8 años, aunque, en ocasiones, pueden producirse cuando son más mayores.
- De un niño/a a otro/a existen notables diferencias, tanto en intensidad de las manifestaciones como en su duración. Algunos niños o niñas tienen terrores nocturnos ocasionalmente, mientras que otros u otras alternan períodos de noches tranquilas y períodos en los que estos episodios se producen con bastante frecuencia.
- A la mañana siguiente, el niño o la niña no recuerda nada. Por tanto, conviene no someterle a un interrogatorio porque podría sentirse cohibido/a.
Causas de los terrores nocturnos
La causa de los terrores nocturnos no está clara.
- Pueden desencadenarse por factores como fiebre, falta de sueño, cansancio acumulado, medicamentos que actúen sobre el sistema nervioso central, o bien a un exceso de excitación antes de irse a la cama.
- También se cree que los terrores nocturnos pueden ser hereditarios.
Sonambulismo o terror nocturno
El sonambulismo y los terrores nocturnos tienen el mismo origen. Los dos son trastornos del sueño que tienen lugar en las fases 3 y 4 del sueño. Sin embargo, la diferencia está en que, mientras que el sonambulismo es la forma más leve del trastorno, los terrores son la más grave.
Tanto el sonambulismo como los terrores nocturnos desaparecen de forma espontánea.
¿Es qué consiste exactamente el sonambulismo? La persona sonámbula parece estar despierta, pero su estado de conciencia y neurofisiológico está dormido. Por tanto, reaccionan ante cualquier estímulo: responden si les hablan, comen, andan, etc. Pero se comportan de manera automática y después no recuerdan nada. Sin embargo, es frecuente que no se despierten cuando alguien lo intenta.
Terrores nocturnos en niños y niñas: cómo evitarlos
En la mayoría de los casos, el niño o la niña afectado o afectada por el terror no es consciente, tiene los ojos abiertos de par en par y mira al vacío, pero no se despierta aunque le llamen. Después de la crisis, el niño/a se duerme plácidamente, como si nada hubiera ocurrido. Al día siguiente, no recuerda absolutamente nada. ¿Qué deben hacer los papás y mamás?
- Los padres y madres no deben intervenir y deben evitar despertar al niño/a, si bien es conveniente estar junto a él o ella para controlar que no se haga daño. A la mañana siguiente, el niño/a no recuerda nada y es recomendable no interrogarle, ya que no podrá responder.
- Los terrores nocturnos asustan más a los adultos que a los niños/as, los cuales no son conscientes ni siquiera de haberlos tenido.
2.Qué son las pesadillas y cómo funcionan
Las pesadillas no son otra cosa que sueños feos y, como todos los sueños, se manifiestan durante la fase de sueño agitado, llamado sueño REM, es decir, a horas más tardías. ¿Qué las caracteriza?
- Pueden durar más de diez minutos y son frecuentes en niños/as de 2 a 4 años, ya que, a esta edad, aún no saben distinguir bien entre la realidad y la ficción.
- Cuando el niño/a sufre pesadillas, se despierta aterrado y llora hasta que sus progenitores consiguen calmarlo. Al día siguiente, el pequeño es capaz de recordar el contenido del sueño.
- Los niños y niñas no consiguen distinguir una pesadilla de la realidad hasta después de los dos años.
Causas de las pesadillas en los niños y niñas
Las pesadillas expresan la angustia que siente el niño o la niña ante un hecho concreto ocurrido durante el día: por ejemplo, la ausencia de papá o de mamá, una discusión familiar o una escena que le ha impresionado. Una de las causas suele ser los espectáculos o películas violentas que ven a través de la televisión.
Qué hacer si el niño o la niña tiene pesadillas
- Lo primero que hay que hacer es tranquilizar al niño/a. Háblale lentamente, diciéndole que en su habitación está seguro/a. Hazle entender que se ha tratado de un sueño. En la elección de las palabras, debes procurar no dar la impresión de infravalorar lo sucedido. Los miedos de los niños y las niñasson reales y se deben tomar en serio.
- Quédate con él o ella hasta que se duerma de nuevo. A menudo, le asusta volver a dormirse, porque piensa que la pesadilla puede reproducirse. En este caso, puedes contarle que nuestro cerebro tiene un botón especial que controla los sueños y, si se pulsa, hace lo mismo que el mando de la televisión: cambia de programa.
Cuándo debes consultar con el o la pediatra si tu hijo o hija sufre terrores nocturnos o pesadillas
Deberías consultar al pediatra del niño o de la niña en casos como los siguientes:
- Si durante la crisis el niño o la niña sufre convulsiones rigidez o sobresaltos.
- La crisis de terror dura más de 30 minutos.
- Las pesadillas y terrores nocturnos no disminuyen, o incluso empeoran, después de haber aplicado los consejos expuestos anteriormente.
- El niño o niña siente angustia por diversos motivos, cosa que interfiere en sus actividades cotidianas.
Fuente:mibebéyyo