Las habilidades sociales son el conjunto de conductas que aprendemos de forma natural desde la infancia, que nos sirven para comunicarnos y relacionarnos con las personas y con nuestro entorno. Por tanto, podemos entender la falta de habilidades sociales como un mal aprendizaje de cómo hay que relacionarse con los demás y con el entorno que nos rodea.

Es difícil encontrar cifras exactas sobre cuántos niños o niñas no poseen las habilidades sociales adecuadas, ya que muchos de ellos no padecen ningún trastornos evidente y, por tanto, nunca llegan a ser tratados de este problema. Aún así, se calcula queun 89% de los problemas que tienen los niños y niñas son sociales, es decir, están relacionados con las personas y sus interacciones.

Cómo detectar si un niño o una niñas tiene problemas de habilidades sociales

Existen una serie de síntomas que si son muy frecuentes, pueden indicar la falta de habilidades sociales en un niño/a:

- La timidez excesiva, la baja autoestima y el miedo a las situaciones sociales pueden ser fuertes indicadores de este problema social. Normalmente a estos niños y niñas les cuesta manejar situaciones a las que no están acostumbrados en su día a día, se muestran inseguros/as de ellos/as mismos en las cosas que realizan y rehúyen el contacto con personas fuera de su círculo más próximo.

- Además, suelen mostrar una gran falta de empatía hacia los demás, tienen problemas de cooperación y trabajo en equipo, así como problemas de autocontrol y de comunicación con otras personas. Todo ello, a veces se convierte en un círculo vicioso, ya que estos niños o niñas no tienen claros los límites conductuales y esto les ocasiona muchos problemas, por ejemplo, si están en el cole jugando con otros compañeros. Un niño o niña con falta de habilidades sociales puede llevar a cabo conductas agresivas a sus amigos si pierde en un juego o, incluso, llegar a hacer trampa y no seguir las normas. Por ello, lo más común es que los otros niños y niñas no quieran volver a jugar con él o ella y se acabe aislando.

En algunos casos la falta de habilidades sociales proviene de algún trastorno subyacente que puede padecer el niño o niña y que le ha impedido desarrollar adecuadamente estas capacidades sociales. Entre los más comunes está en Trastorno de Aprendizaje (TA), el Trastorno por Déficit de Atención (TDAH) o el síndrome de Asperger.

Consecuencias de no tratar las habilidades sociales en los niños y en las niñas

Si no se tratan los problemas de habilidades sociales durante la infancia, se pueden desencadenar una serie de consecuencias que impidan llevar una vida normal a estas personas, incluso durante la edad adulta.

- Dificultad para expresar sentimientos y opiniones: las personas que no tengan unas buenas capacidades sociales tendrán dificultades para poder expresar lo que sienten y lo que opinan, por tanto, les costará comunicarse correctamente con las personas de su entorno pudiendo llegar a padecer frustración o incluso depresión.

- Problemas escolares y/o laborales: debido a la inadaptación social que poseen estos niños y niñas, es habitual que también tengan problemas con los estudios, pudiendo provocar el fracaso escolar (o profesional ya en la edad adulta).

- Impedimentos para relacionarse con los demás: los niños y las niñas pueden tener problemas para hacer amigos o amigas y relacionarse con otras personas, por lo que les puede resultar difícil establecer vínculos y relaciones emocionales con gente de su entorno.

- Trastorno psicológico grave: hay niños y niñas que pueden llegar a desarrollar incluso algún trastorno psicológico grave en la edad adulta que les ocasione problemas en el ámbito laboral, social o de relaciones de pareja.






Fuente:serpadreshoy