La infancia es una etapa crucial en el desarrollo emocional y psicológico de una persona porque durante esos años, cuando se es niño/a, estamos construyendo nuestra forma de vernos, nuestra propia imagen y estamos aprendiendo a valorarnos a nosotros/as mismos/as. Pero, ¿cómo se construye la autoestima en la infancia? Principalmente, a través de las interacciones con las figuras de apego (padres, cuidadores, familiares cercanos) y con el entorno social (amigos, compañeros de escuela, profesores).
El reconocimiento, el apoyo emocional, la aceptación incondicional y la oportunidad de experimentar el éxito en diferentes áreas (académica, deportiva, social) son elementos clave para fomentar y mejorar la autoestima de los niños y niñas. La autoestima, entendida como la percepción y evaluación que un niño o niña tiene de sí mismo/a, juega un papel fundamental en su bienestar general. Una autoestima saludable actúa como un escudo protector frente a diversos problemas de salud mental, entre ellos, la depresión infantil.
Hay una estrecha relación entre la falta de autoestima y la depresión en la infancia y un estudio científico ha venido a demostrar esta relación que conviene que no nos pase desapercibida.
Autoestima y salud mental infantil
La autoestima en la infancia no es simplemente sentirse bien con uno/a mismo/a. Es un proceso mucho más complejo que involucra la aceptación de las propias fortalezas y debilidades, la confianza en las propias capacidades y la valoración personal. Los niños y niñas con una autoestima sólida tienden a ser más resilientes, persistentes ante los desafíos y capaces de establecer relaciones interpersonales saludables.
La falta de autoestima puede aumentar el riesgo de depresión infantil, creando un círculo vicioso que dificulta la recuperación. Por lo tanto, es fundamental que padres, madres, educadores/as y profesionales de la salud trabajen juntos/as para fomentar una autoestima positiva en los niños y niñas desde temprana edad, brindándoles el apoyo, el reconocimiento y las oportunidades que necesitan para construir una autoimagen saludable y resiliente. Invertir en la autoestima infantil es invertir en un futuro más feliz y saludable para nuestros niños y niñas.
La falta de autoestima en los niños y niñas puede manifestarse de diversas maneras:
El cóctel fatal
La depresión infantil es un trastorno del estado de ánimo que afecta a niños/as y adolescentes, y que se caracteriza por la presencia persistente de tristeza, irritabilidad, pérdida de interés en actividades placenteras, alteraciones del sueño y del apetito, y dificultades de concentración. Es verdad que la depresión infantil puede tener múltiples causas (genéticas, biológicas, ambientales), pero también es cierto que la baja autoestima es un factor de riesgo importante.
Como señalan los autores del estudio "Autoestima y Depresión en Niños", "la percepción negativa de sí mismo/a y la falta de confianza en las propias capacidades pueden predisponer al niño/a a experimentar sentimientos de desesperanza y tristeza, lo que a su vez aumenta el riesgo de desarrollar depresión".
Los niños y niñas con baja autoestima son más vulnerables a experimentar sentimientos de desesperanza, inutilidad y autodesprecio, lo que se traduce en frustración, enojo, ansiedad y tristeza frecuentes. Les resulta más difícil manejar las emociones negativas y son más vulnerables a desarrollar problemas de ansiedad y depresión. En este cóctel fatal, es la depresión la que puede llevar a exacerbar la baja autoestima del niño o la niña, creando un círculo vicioso difícil de romper. Un niño o niña deprimido/a puede sentirse aún más inseguro/a y negativo/a acerca de sí mismo/a. Los niños y niñas con baja autoestima tienden a experimentar sentimientos de inferioridad y autodesprecio.
En cuanto al rendimiento y desarrollo, los niños y niñas con autoestima baja suelen mostrar una pérdida de interés por aprender y un bajo rendimiento escolar. Carecen de la motivación necesaria para intentar cosas difíciles y abandonan las actividades ante la primera dificultad, además, fortalecer su autoestima es una herramienta eficaz para prevenir un posible acoso escolar que también está muy relacionado precisamente con los problemas de autoestima infantil.
Las niñas y niños con autoestima sólida presentan menos posibilidades de tener depresión.
La prevención es clave
Dada la estrecha relación entre la autoestima y la depresión en la infancia, la prevención se convierte en una estrategia fundamental. Fomentar una autoestima positiva desde temprana edad puede reducir significativamente el riesgo de que un niño o niña desarrolle depresión en el futuro.
Fuente:infocop