Muchas veces el deseo de independencia que generan las crisis madurativas de los niños y niñas provoca miedo y temor en los padres y madres, ya que muchos no saben cómo enfrentarse a ellas. Son etapas de rebeldías, de berrinches y rabietas, de explosión de emociones ... que pasan durante la infancia y que necesitan de un acompañamiento positivo de los progenitores. Todos y todas pasamos por ellas, y mejor o peor, todos las superamos.

La primera gran crisis de los niños y niñas. La de los 2 años de edad

A esta edad, todavía no tienen control sobre sus emociones, por lo que su forma de expresarlas son a través de las rabietas, los gritos, los constantes 'NO'...

Estamos ante la crisis de los 2 años de los niños y niñas, los conocidos también como terribles 2 años o la aDOSlescencia. Y es que alrededor de los 2 años (si bien hay pequeños/as que comienzan un poco antes y la terminan después de esta edad), pasan por un momento 'de crisis'.

En qué consiste la crisis de los 2 años y cómo enfrentarla

¿Por qué a los 2 años los niños y niñas están más testarudos que nunca? Ya han dejado de ser bebés: ya pueden andar, empiezan a hablar... ¡pueden descubrir el mundo que les rodea! Y, por supuesto, no quieren tener a un adulto/a que vaya detrás de ellos o ellas para decirles que no pueden correr en ese lugar, que no pueden tocar eso porque es peligroso o que no pueden llevarse a casa todo lo que ven en la tienda...

A los 2 años están comenzando a gestar aquello que les gusta y aquello que son, y nos lo quieren hacer ver. Y es en este momento en el que empiezan a tener rabietas y berrinches, nos dejan claro a través de sus protestas, enojos, llantos y gritos, qué quieren y qué no, reclaman más independencia mediante sus quejas, tienen una visión un tanto egocéntrica del mundo que les rodea... En esta fase solo hay que tener cuidado para que ellos y ello/as no se lastimen a sí mismos/as ni a los demás.

Consejos para padres y madres de niños de 2 años

Ante esta pequeña gran crisis de los 2 años, los padres y madres deben:

  • Establecer límites y normas de forma respetuosa y cariñosa, pero con firmeza. Es importante que les demos a conocer estas reglas de una forma clara, para que las comprendan
  • Aplicar hábitos y las rutinas saludables también son importantes en esta corta edad, ya que les enseñan y les aportan seguridad. Los niños y niñas necesitan saber qué esperas de ellos o ellas.
  • Acompañarles con una gran dosis de paciencia y empatía. Son las mejores cualidades que los progenitores de un niño/a de 2 años pueden tener.
  • Validar sus sentimientos y emociones y enseñarles a reconocerlas: cuándo estoy enfadado/a, triste, alegre...

Ha llegado la crisis de los 7 años ¿Qué hacer?

Una vez superada la crisis de los 2 años, pensábamos que no íbamos a tener que enfrentarnos a ninguno de estos otros momentos peliagudos hasta la adolescencia pero... ¡ERROR! Aquí está la crisis de los 7 años para recordarte que tu hijo o hija está creciendo y está construyendo su propia identidad y personalidad. No te preocupes ni te desesperes demasiado; igual que pasaste por la crisis de los 2 años, sobrevivirás a la crisis de los 7 años.

¿En qué consiste la crisis de los 7 años en los niños y niñas?

Esta crisis, que suele producirse a los 7 años, pero que puede adelantarse a los 6 o retrasarse a los 8 porque cada niño y niña es un mundo, se produce porque están reivindicando su 'YO'. Es conocida como la 'crisis de la edad de la razón'.

A esta edad, han expandido sus posibilidades de desarrollo físico, pero también de su pensamiento.Quieren más y más libertad y expresan su necesidad de encontrar un lugar en el mundo. Además, ya tienen las posibilidades más amplias a nivel social y de lenguaje que antes.

Es habitual que se rebelen contra las normas que les habíamos puesto hasta el momento. Y a veces, lo hacen mostrando su rabia y enfado diciendo palabras malsonantes o insultos. Se trata de un momento en el que los sentimientos están a flor de piel, por lo que tan pronto están felices como se enfadan y no quieren saber de nadie. Suelen presentar conductas desafiantes y de independencia.

Cómo ayudar a los niños y niñas a superar la crisis de los 7 años

Es nuestra tarea como padres y madres:

  • Acompañarles en este momento de crisis para ayudarles a comprender mejor qué les está ocurriendo.
  • Mantener los límites y las normas que les habíamos puesto, si bien es necesario adaptarlas a su edad.
  • Establecer rutinas y hábitos sanos en casa. Es posible que quieran romper con todas ellas, es parte de la conducta típica en esta crisis madurativa, sin embargo, debemos ser constantes pero, sobre todo, coherentes con nuestra forma de educarles.
  • Empatizar con los niños. Ponerse en su lugar es una forma de entender sus emociones y sentimientos.
  • Escucharles para saber qué necesitan
  • Ofrecerles seguridad. Pase lo que pase siempre estarás a su lado.

La siguiente crisis madurativa en tus hijos/as: la crisis de la pubertad

Pues sí, así es: todavía hay una pequeña gran crisis antes de la llegada oficial de la adolescencia. Hablamos de la crisis de la pubertad, que se suele dar entre los 9 y los 12 años. Esta se produce porque los niños y niñas, cada vez son menos niños y niñas, sin embargo todavía no son adultos ni adultas. Están en un momento de transición en el que tanto emocional como físicamente se producen muchos cambios.

Así es la crisis de la pubertad en los niños y niñas

El grupo de iguales (y lo que ellos/as piensen) es más importante que nunca, empiezan a surgir los complejos, vuelven a cambiar de estado de ánimo en un minuto (de la más absoluta felicidad a la tristeza o enfado), quieren más y más autonomía... No podemos olvidar que en esta etapa están pasando por un momento de cambio hormonal.

¿Cómo enfrentarse a la crisis de la pubertad?

En un momento de crisis como este, los chicos y chicas se sienten un poco confundidos/as por todo lo que están sintiendo, por eso necesitan que sus padres y madres:

  • Necesitan que les guíes y orientes. Que estéis presentes para cuando lo necesiten, y que nos alejemos como lo hace la gran mayoría.
  • Debemos ser respetuosos y cariñosos con sus necesidades
  • Debemos ser empáticos y comprender cómo se sienten
  • Evitar los sermones y escucharlos/as. Buscar una forma de fomentar el diálogo en familia.
  • Establecer límites claros y firmes como horarios, deberes, estudios, salida con amigos, etc.
  • Fomentar hábitos saludables (sueño, alimentación, etc.). Son las claves para ayudar a los niños/as en la crisis de la pubertad.

La crisis de la adolescencia. Llegan cambios físicos y emocionales

Entre los 14 y los 16 años, nuestros hijos e hijas pueden pasar por lo que se conoce como la crisis de la adolescencia. A veces, incluso, puede suceder que esta y la crisis de la pubertad se solapen. Los pequeños/as de la familia (que en realidad ya no lo son tanto) pasan por un momento vital para su desarrollo, ya que están sentando las bases de los adultos y adultas en los que se convertirán. Es por ello que buscan su personalidad, pero también el lugar en el que mejor encajan.

Las claves de la crisis de la adolescencia

En este momento, más que nunca, nuestros hijos e hijas están dejando atrás el niño o niña que fueron y poco a poco van tomando las nuevas responsabilidades y exigencias de la vida adulta. Se encuentran en un momento crucial en el que construyen su identidad personal, pero también su identidad social. Y es por este motivo por el que las relaciones con sus iguales se vuelven tan importantes para ellos y ellas. Es por ello que la pertenencia a un grupo se vuelve un objetivo principal en su día a día.

Se fijan mucho en su imagen corporal, en lo que les gusta y en lo que no, y también desarrollan otros miedos como el miedo a fracasar. Cada vez su carácter es más reflexivo y exigen más tiempo solos y solas.

Consejos para padres y madres con hijos e hijas en plena crisis de la adolescencia

En este momento, ¿qué pueden hacer los padres y madres para ayudar sus hijos e hijas a confrontar esta crisis?:

El acompañamiento resulta clave. Se trata de estar para ellos/as siempre que lo necesiten, pero sin que se note demasiado, ya que querrán mantener su autonomía casi absoluta de cara a los demás.

  • Una vez más, escucharles con paciencia
  • El respeto a su intimidad resulta esencial
  • Motivar a los y las adolescentes a que sean responsables con sus cosas, tareas, compromisos, etc.
  • No descuidar las normas ni los límites. Que sean muy claros y firmes
  • Escucharlos/as sin interrumpirles con sermones o consejos
  • Reconocer, validar y respetar sus emociones y sentimientos
  • Expresar confianza, comprensión y apoyo
  • Estar disponible para cuando nos necesiten

Fuente:Guiainfantil.com.