Las principales sustancias acidificantes son los NOx, los SOx y el NH3. El origen de los NOx está principalmente en la industria, el transporte por carretera y la combustión de combustibles fósiles. Los SOx están originados principalmente en procesos de combustión en la industria y el NH3 tiene su principal origen en el sector agricultura.

Los acidificantes en contacto con el agua de lluvia generan el fenómeno conocido como lluvia ácida, cuyos efectos son nocivos para la salud humana, los ecosistemas, los edificios y los materiales (corrosión). Los efectos asociados a cada contaminante dependen de su potencial de acidificación, así como de las propiedades de los ecosistemas y los materiales.

El Protocolo de Gotemburgo bajo el Convenio sobre la contaminación atmosférica transfronteriza a larga distancia de 1979 y la Directiva 2001/81/CE estableció techos nacionales de emisión de determinados contaminantes atmosféricos, entre los que están los techos establecidos para el SO2, el NOx y el NH3, precursores de la lluvia ácida.