4 de marzo de 2011

En épocas de crisis, gran parte de las industrias del sector agroalimentario utilizan inevitablemente el precio de los productos como principal estrategia comercial. Por otro lado, cada vez es más frecuente que los economistas denuncien la necesidad de garantizar la transparencia de los diferentes eslabones de la cadena de formación de precios. Por ello, el análisis de transmisión de los precios representa una herramienta óptima para evaluar el funcionamiento general de los mercados, además de permitir la identificación del origen de los desajustes a lo largo de toda la cadena.

Muchos estudios han considerado este tipo de análisis y el de los márgenes comerciales de forma indistinta aunque, en realidad, ambos requieren metodologías de análisis separadas que proporcionen información diferente y complementaria.

Por esa razón, un grupo de investigadores del Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA), en colaboración con el Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza, ha elaborado un nuevo estudio aplicando modelos de series temporales a la evolución de los precios en los diferentes eslabones de la cadena comercial. El coordinador del proyecto y director del CREDA, la fundación privada creada por la UPC y el IRTA, Jose Maria Gil Roig, señala que "con este trabajo hemos podido caracterizar la relaciones verticales de los precios basándonos en la magnitud, velocidad y naturaleza de sus ajustes frente a sucesos que puedan producirse en cualquiera de los niveles del proceso de comercialización (productores, mayoristas, consumidor, etc.)".

Uno de los aspectos más novedosos del estudio del CREDA ha sido el de mostrar la posible existencia de asimetrías en los mecanismos de transmisión de precios. Según la teoría tradicional, cuando se produce un cambio (o shock) económico inesperado, los mercados más eficientes suelen responder de una manera rápida y simétrica de manera que, ante cualquier aumento o reducción en los precios, éstos repercuten de forma casi simultánea e igual en todos los eslabones de la cadena. No obstante, estos mercados también pueden presentar ciertas asimetrías asociadas tanto a la magnitud como a la velocidad de respuesta de los diferentes precios. Entre las posibles causas de dichos desajustes figuran el poder de mercado del sector detallista en relación al resto de agentes, los costes de transacción del consumidor (en alimentación, el consumidor no busca cada producto en diferentes establecimientos para comprar el que más se adapte a sus necesidades, como ocurre en el caso de la telefonía móvil o de los productos de electrónica), la política de gestión de inventarios tanto por parte del productor como del detallista y la intervención pública. Entonces, ¿hasta qué punto los consumidores se benefician de las disminuciones (o aumentos) de los precios a lo largo de la cadena comercial?