4 de agosto de 2017

2017_08_04_Centros_Tecnologicos

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Iñigo Nagore, y los presidentes de la Asociación para la Investigación, Desarrollo e Innovación del Sector Agroalimentario (AIDISA), Miguel Ángel Villoslada, y de la Asociación Profesional de Cultivadores de Champiñón (ASOCHAMP), José Antonio Royo, han firmado esta mañana los convenios de colaboración a través de los cuales el Gobierno de La Rioja respaldará con 480.000 euros la actividad de estos centros tecnológicos con el objetivo de promover la actividad investigadora en el sector agroalimentario.

En su intervención, Nagore ha destacado el esfuerzo de colaboración existente para dotar a los centros de mayores recursos y capacidades a través de equipamiento tecnológico que permita aportar valor a las empresas. Al mismo tiempo, se trabaja en un plan de reordenación de recursos y coordinación de actividades de I+D+i para implantar un modelo de gestión más eficiente con los recursos disponibles, generando valor y transferencia de conocimiento al sector agroalimentario riojano.

El año pasado, ha precisado, la Consejería de Agricultura destinó 752.600 euros a la adquisición de equipamiento científico técnico para los sectores cárnico, hortofrutícola, y del champiñón, en el marco del programa operativo FEDER La Rioja 2014-20. De este modo, se contribuye a fortalecer el Sistema Regional de I+D+i como instrumento estratégico para impulsar la competitividad de la economía del sector agroalimentario.

En concreto, AIDISA recibirá 320.000 euros para el sostenimiento del Centro de la Industria Cárnica (CTIC) en Alesón, y el Centro de Innovación y Tecnología Alimentaria (CITA) en Calahorra; mientras que ASOCHAMP dispondrá de 160.000 euros para la gestión del plan de actividad desarrollado en el Centro de Investigación del Champiñón de La Rioja (CTICH) en Autol.

AIDISA agrupa a más de 70 empresas pertenecientes a los sectores cárnico y conservero y tiene como objetivo principal la investigación, desarrollo y la innovación de la industria agroalimentaria, ofreciendo a las empresas herramientas y soluciones innovadoras que les permitan crecer ofreciendo productos y servicios de calidad. En este momento, CTIC-CITA trabaja en 45 proyectos de investigación europeos, nacionales y regionales.

El año pasado, por cada euro que el Gobierno de La Rioja invirtió en CTIC-CITA, la industria alimentaria movilizó 62 euros. Esto supone, de acuerdo con sus datos, que de las 218 empresas y entidades que han colaborado con los centros (60 de ellos riojanos) han generado inversiones y actividad por valor de 46,8 millones de euros. Además, se ha contribuido de forma conjunta, a la creación de 98 puestos de trabajo.

Los retos de investigación se centran en el consumidor y las nuevas ideas de producto, alimentos saludables y naturales, la mejora de la calidad y la conservación de los alimentos, y la reducción de costes y la sostenibilidad en todos los puntos de la cadena de producción del alimento. El año pasado, se impartieron 19 cursos formativos en los que participaron 320 alumnos, además de organizar y participar en numerosas jornadas técnicas y foros especializados.

En cuanto a ASOCHAMP, trabaja desde 1988 en la mejora y la potenciación de la producción del champiñón, la promoción de la modernización de las estructuras empresariales del sector, la prestación de servicios a los asociados y la realización de estudios y proyectos de investigación. El cultivo del champiñón es el segundo sector agrario más importante en la región, por detrás de la vid, y está estrechamente vinculado a las empresas agroalimentarias de transformación de este producto, ya sea como conserva tradicional o congelado, y a las que comercializan en fresco. La Rioja lidera la producción nacional de champiñón, con un 55% del total, y unas 72.000 toneladas registradas en la campaña 2015/16, y 7.000 toneladas de setas.

Por su parte, el CTICH se centra en la investigación práctica y transmisible al sector de hongos cultivados desde diferentes áreas de trabajo que comprenden las áreas de producción de sustratos y hongos, y de nutrición y salud; además de su labor de asesoramiento y las imprescindibles actividades de formación destinadas a los profesionales y técnicos.

En concreto, algunos de los proyectos que se están desarrollando en 2017 persiguen entre sus objetivos determinar los efectos del champiñón y la seta ostra en la prevención del desarrollo de la obesidad; encontrar extractos activos contra células cancerígenas; y también se trabaja en la obtención de cosméticos con extractos de hongos cultivados o del microbioma del cultivo del champiñón para aumentar la productividad y la resistencia contra enfermedades.