Programa MAB y Reservas de la Biosfera
Las Reservas de la Biosfera son lugares que la UNESCO distingue dentro del Programa MAB ("Hombre y Biosfera") en los se busca encontrar el equilibrio entre el hombre y su entorno. Son espacios representativos de un ecosistema valioso, pero no son espacios naturales protegidos, aunque parte de su territorio sí albergue zonas que ostenten figuras de protección. Son territorios que se consideran adecuados para la conservación, la investigación científica y la aplicación de modelos de desarrollo sostenible en los que la población local es la protagonista.
Las Reservas de la Biosfera deben respetar las normas establecidas por la UNESCO, asumir las directrices fijadas en la Declaración de Lima (2016-2025) y cumplir los requisitos establecidos por la Ley 42/2007, de 13 de diciembre, del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad.
Esta Ley establece tres requisitos básicos que debe cumplir una Reserva de la Biosfera:
La Red de Reservas de la Biosfera Españolas (RRBE)
Actualmente la Red de Reservas de la Biosfera Españolas (RRBE) está integrada por 48 Reservas de la Biosfera. Además del órgano de gestión propio de cada Reserva de la Biosfera, a nivel nacional existen tres órganos de decisión: el Comité Español del MAB, el Consejo de Gestores de la RRBE y el Comité Científico de la RRBE, que representan la parte institucional, técnica y científica de las diferentes Reservas.
El Comité Español del MaB es un espacio de coordinación entre las Administraciones Públicas Regionales de las distintas zonas de España donde hay Reservas de la Biosfera, el Ministerio para la Transición Ecológica, el Organismo Autónomo de Parques Nacionales y otros representantes de los agentes sociales.
El Consejo de Gestores es el órgano técnico de la red compuesto por técnicos de las distintas Reservas de la Biosfera.
El Consejo Científico es el supervisor de la adecuada aplicación de los postulados del Programa MAB en las reservas de la biosfera españolas. Tiene veintiún componentes y su función es valorar y orientar las nuevas propuestas, evaluar las reservas existentes, reunir y generar conocimientos útiles para la aplicación de la figura de reserva de la biosfera sobre el terreno.