Programa de julio (pdf. 497 Kb)
En los seis primeros meses de este año y según datos del ministerio correspondiente, treinta y cinco películas con la matrícula española se estrenaron en salas comerciales. Alrededor de seis al mes. En algunos casos la pertenencia a este grupo se debe a porcentajes menores en la producción y en ocasiones vemos como Ken Loach o Arturo Ripstein navegan bajo bandera española formando una armada variopinta. Si a este catálogo marinero sumamos una serie de propuestas en los márgenes de la propia industria y no contabilizadas, obtenemos un panorama más allá del concepto "heterogéneo". Resumir este horizonte resulta difícil y, en cualquier caso, poco útil. Curiosamente festivales y muestras de cine español celebrados en los últimos meses, como Nantes, Roma o Londres, han reflejado "las últimas tendencias" de nuestro cine seleccionando algunos de los títulos que hemos elegido para este ciclo y convirtiéndolos en navegantes de la misma flota.
En nuestra selección podrá observar grandes fragatas que navegarán los martes con rumbo fijo; Isaki Lacuesta, David Trueba y Mercedes Álvarez ya han construido con sus anteriores trabajos una trayectoria sólida, y sus obras se esperan con la seguridad de un buen atraque. Paula Ortiz con su ópera prima, avalada por el Premio a la Mejor Dirección Novel en el Festival de Cine de Valladolid se ha convertido en uno de los debuts más estimulantes de los últimos años y su carrera se intuye firme.
Junto a estas cuatro sólidas naves, otras más alejadas de botaduras tradicionales para los miércoles. Escasa tripulación, poco lastre y trazadas libres. Gabriel Velázquez, Carlos Vermut y Carles Torras, o lo que es lo mismo Iceberg, Diamond Flash y OPEN24H, películas autoproducidas, con gran libertad creativa y unos resultados estéticos y narrativos sorprendentes. Por último Andrés Duque y su Ensayo final para utopía, cine experimental, cine de no ficción que se arriesga mas allá de lo convencional y que pone fin a esta escuadra de julio.