portada El cementerio municipal e Logroño

Autor/es: Esther de Corta Blanco y Myriam Ferreira Fernández

Título: El cementerio municipal de Logroño

Año de publicación: 2008

Colección: Logroño nº 43

ISBN: 978-84-96637-60-3

P.V.P.: 24 €

El Cementerio de Logroño, con casi doscientos años de antigüedad, es un elemento más de la ciudad, con un indudable interés histórico y artístico. Este trabajo intenta ofrecer una visión general del Cementerio, de su historia y evolución, de su estructura, sus elementos más destacados y los estilos artísticos más seguidos.

El Cementerio logroñés es un elemento no incluido en el Catálogo de Edificios y elementos históricos, artísticos o ambientales a proteger del Plan General Municipal. El compromiso plenario de la Corporación Municipal, tras moción presentada por un concejal de la oposición, fue el de acometer un análisis del mismo que se convirtiera en la base para el posterior estudio de protección patrimonial del recinto.

Por ese motivo, se inició la realización de un trabajo de investigación, elaborado a lo largo del año 2006, bajo la supervisión del personal del Archivo Municipal. Sus objetivos fueron: conocer el origen histórico del cementerio, reconstruir su proceso de construcción, revisar toda la documentación existente e inventariar los elementos existentes en el cementerio que tienen interés, tanto artístico como histórico. Se llevaron, por tanto, dos tipos de análisis: una aproximación histórica al cementerio logroñés y un estudio pormenorizado de los elementos singulares que, desde el punto de vista histórico-artístico, pudiera contener el cementerio.

Posteriormente, al decidirse la publicación de este estudio, se procedió a la recopilación de nuevos datos documentales, principalmente en el Archivo Histórico Diocesano de Logroño y en el Archivo Histórico Provincial de La Rioja, a la ampliación de algunos aspectos antes tratados de forma muy resumida y a la inserción de los datos de la base de datos en el texto de la memoria. En esta publicación también se analizan los cementerios de los barrios de Varea y de El Cortijo. Ambos cementerios continúan usándose en la actualidad.

El estudio histórico fue realizado por Esther de Corta, licenciada en Humanidades, quien ha centrado su actividad profesional en el trabajo de archivos y bibliotecas, obteniendo el título de Especialista Universitario en Archivística por la Uned. Ha realizado proyectos para instituciones públicas y privadas destacando la realización del inventario, clasificación y ordenación de los fondos documentales del Archivo del Monasterio de Valvanera. En la actualidad, se encuentra trabajando en la organización del Archivo de la Fábrica de Tabacos de Logroño.

El estudio artístico lo desarrolló Myriam Ferreira, también licenciada en Humanidades. Obtuvo el título de Doctora en Historia del Arte en 2008 con la tesis doctoral: Los Ágreda: la evolución de la escultura del taller barroco a la Academia neóclasica. Es investigadora agregada del Instituto de Estudios Riojanos. Ha publicado diversos artículos sobre escultura riojana de los siglos XVIII y XIX, interviniendo en cursos y jornadas relacionados con el tema.

El cementerio de Logroño se creó en 1832 por iniciativa de Cayetano de Sierra, presbítero beneficiado de la Iglesia Imperial de Santa María de Palacio. Este campo santo, ubicado al norte del río Ebro, es el que se viene utilizando en la actualidad. La actuación de Cayetano puso fin a una situación insostenible en la ciudad de Logroño. Era necesario encontrar un espacio adecuado dedicado al descanso de los difuntos. Hasta ese momento, los cadáveres eran inhumados en iglesias, conventos, hospitales. Aquellos de los que se desconocía su religión eran enterrados en el Fosal situado junto al Puente de Piedra. Este espacio fue ampliándose según las necesidades de la población y se concibe como el primer cementerio contemporáneo de Logroño hasta la creación del nuevo por Cayetano.

Cayetano de Sierra cedió la titularidad del campo santo a Santa María de Palacio que gestionará el cementerio de Logroño, salvo en determinados periodos, hasta 1887 momento en el que el Ayuntamiento asume la gestión. El consistorio pagará un censo a Santa María de Palacio por la cesión. Este censo se redimirá en 1972 y, en este momento, el Ayuntamiento tiene plena posesión del espacio.

El cementerio sufrirá varias ampliaciones conforme evolucionan las necesidades de la población. Las más importantes fueron las realizadas por Luis Barrón, entre 1884 y 1886, que corresponde al denominado cementerio nuevo, y Fermín Álamo que realizó una gran ampliación que se denominará cementerio novísimo, ensanche que comenzó en 1910. Las conocidas como ampliaciones contemporáneas se han realizado a finales del siglo XX y principios del XXI y corresponden a los cuadros 14, 15 y 16.

Desde el punto de vista artístico, el cementerio de Logroño resulta un espacio muy interesante, por la antigüedad de muchos de los enterramientos que se conservan en él, por el valor artístico de algunos panteones y tumbas y por la presencia de construcciones y esculturas realizadas por arquitectos y escultores de prestigio.

Estilísticamente, hay una evolución clara en los enterramientos del cementerio de Logroño. Hasta mediados del siglo XX, se puede apreciar un progresivo cambio desde el clasicismo hacia el modernismo pasando por el historicismo. El clasicismo, un estilo muy difundido por su serenidad grandiosa, utiliza motivos tomados del arte griego y romano, aunque también son frecuentes los obeliscos, procedentes del arte egipcio, por la tradición funeraria que tenía el arte de esta región. El historicismo, por su parte, se basa, en esta ciudad, sobre todo en la imitación del arte gótico, aunque también se aprecian influencias del arte bizantino y el mudéjar. Por último, también se observa en el cementerio la impronta del arte modernista, principalmente en algunas rejas y en bastantes de las esculturas que decoran las tumbas, en especial las que representan ángeles, de elegante disposición y formas delicadas. Posteriormente, la iniciativa constructiva pasó a manos del Ayuntamiento de Logroño, lo cual hace que las nuevas construcciones se caractericen por su homogeneidad, aunque con gran influencia del arte racionalista y minimalista, que conlleva la eliminación de los motivos decorativos, la insistencia en la pureza de líneas y un mayor interés por la calidad de los materiales empleados. Se aprecia además una mayor presencia de los nichos, en contraste con épocas anteriores, en las que eran más frecuentes los enterramientos en panteones o, sobre todo, en tumbas a ras de suelo.

La decoración de estas tumbas es muy variada, aunque predominan las esculturas, que suelen representar imágenes de tema religioso, como la vida de Cristo o de la Virgen, los santos o los ángeles, estos últimos, sin duda, los más representados en este cementerio. Además de las imágenes de tema religioso, se encuentran a menudo en el cementerio esculturas que representan símbolos relacionados con el paso del tiempo y con la muerte, como búhos, relojes de arena alados, columnas truncadas o calaveras. Otro elemento ornamental, con un gran interés desde el punto de vista artístico, son las rejas que protegen y decoran los enterramientos del cementerio, que muestran una gran variedad de motivos y de estilos artísticos, desde la sencillez de líneas y la austeridad del clasicismo hasta la exuberancia y la imaginación de las rejas modernistas.

De todos los enterramientos, hay algunos que han sido tratados especialmente en este trabajo por su calidad artística o por la calidad de los artistas que intervinieron en ellos. Entre estos últimos, destacan algunas obras firmadas por arquitectos y escultores de gran prestigio, como Daniel González, Vicente Ochoa, Félix J. Reyes, Dalmati y Narvaiza, Agapito del Valle o Gerardo Cuadra. Y también incluimos una vistosa tumba construida por Fernando Gallego, ingeniero e inventor que construyó un impresionante alzado con reminiscencias del modernismo catalán y el arte egipcio.

Entre estas agrupaciones de tumbas se encuentran además otros elementos de interés, como las dos capillas, una en el cementerio viejo, ya derruida, y otra en el límite de los cementerios nuevo y novísimo, las portadas de acceso a las distintas zonas del cementerio, seis en total, de las que cuatro tienen un mayor interés artístico, la escultura de la Cruz de los Caídos, que conmemora a las víctimas de la Guerra Civil española, dos elementos reaprovechados entre los sillares de la tapia (un escudo y una estela datados en el siglo XVI), o varias placas de azulejos realizadas por el alfarero talaverano Juan Ruiz de Luna.

Por último, otro motivo de interés del cementerio es la presencia de personajes ilustres enterrados en él Además de figuras de relieve en el ámbito nacional, como los Príncipes de Vergara, Amós Salvador o Martín Zurbano, en el cementerio se encuentran también personajes del mundo de las artes (como los arquitectos Fermín Álamo y Agapito del Valle o los pintores Segundo Arce y Enrique Blanco Lac), las ciencias (como el doctor Zubía o el ingeniero Fernando Gallego), la aristocracia (como los marqueses del Riscal, del Romeral o de Fuertegollano) o el comercio (como Antonio Barrigosa o Martín Cárdenas), personajes cuya presencia se ha querido dar a conocer, por supuesto sin afán exhaustivo, en este trabajo.

Myriam Ferreira

Nacida en Logroño en 1979, es Licenciada en Humanidades por la Universidad de La Rioja. En 2008 obtuvo el título de Doctora en Historia del Arte con la tesis doctoral Los Ágreda: la evolución de la escultura del taller barroco a la Academia neoclásica. Es investigadora agregada del Instituto de Estudios Riojanos y ha recibido distintas ayudas para la investigación de esta institución, para estudios relacionados con la escultura riojana de los siglos XVIII y XIX, tema sobre el que ha publicado diversos artículos y con el que ha intervenido en cursos y jornadas relacionados con el arte y el patrimonio.

Esther De Corta Blanco

Nacida en Logroño (1979). Se licenció en Humanidades por la Universidad de La Rioja (1997-2001). Posteriormente, su formación se centró en la disciplinas de archivos y bibliotecas, obteniendo el título de Especialista Universitario en Archívistica por la Uned (2006-2007).

Desde que finalizó sus estudios, su actividad profesional se ha centrado en la organización de fondos bibliográficos y documentales para diferentes instituciones privadas y organismos públicos, tales como Fundación Caja Rioja o el Archivo Histórico Provincial de La Rioja. Dentro de estos trabajos, destaca la realización del inventario, clasificación y ordenación de los fondos documentales, de los siglos XI al XX, del Archivo del Monasterio de Valvanera.

En la actualidad, se encuentra trabajando en el proyecto de organización del Archivo de la Fábrica de Tabacos de Logroño para el Instituto de Estudios Riojanos.